Segunda conjugación.
Ver la creación de verbos en la lengua romance en Francia, langue romane. Verbes.
La distinción de la segunda y la tercera conjugación latinas está completamente suprimida: el infinitivo no conoce más que una sola flexión = er. El castellano, después de la caída de la segunda e, no ha debido favorecer la final átona en r en lugar de conócer, quérer, lámer, prefiere pronunciar conocer, querer, lamer. No se descubre ningún rastro de la e átona, aun en las fechas más antiguas de la historia de nuestra lengua. Los verbos son muchos: no hay necesidad de enumerarlos, pues se puede dar fácilmente cuenta de lo que ha quedado en la flexión fuerte; así, batir (batre en ch., batuere), concebir (consebí en ch., concipere), confundir, erguir (evigere), gemir (gemegá en ch.), hervir (bullí , fiebre en ch., fervere), morir, arrepentir, regir, rendir, vivir; en castellano antiguo hay, por el contrario, todavía confonder (confóndre, confundí en ch.), erger, morrer, render (Alex., Berceo).
Esta conjugación se confunde casi absolutamente con la que sigue: y, aunque en el plural del presente se distinguen por la vocal característica, en la tercera persona vuelven a identificarse, porque ambas convierten el latino unt e iunt en en: serbent por serviunt léese ya en una carta del siglo IX. La vocal característica persiste también en el futuro. Al principio la segunda se distinguía asimismo mediante el participio en utus, que después ha sido poco a poco reemplazado por el de la tercera ido. Lo cual se prueba con muchos ejemplos de los antiguos textos, donde ambas formas existen; así, abatudo (abatut en chapurriau) (Alex.); percebudo (persibit, persebut en ch.) (F. J. 2.b, Alex.); encendudo (ensés en ch.) (F. J. 136a); cernudo (Berc. Sil. 457); defendudo (defengut en ch.)(F. J. 13.a); metudo (embutit, futut, ficat en ch.) (P. C, Alex., F. J. 30. b 35.a); prometudo (prometut en ch.) (F. J. ib. X. a); connozudo (conegut en ch.) (F. J. 34.b, 56. a); pendudo (penjat en ch.) (Berc); perdudo (perdut en ch.) (ib., Alex.); prendudo (F. J. 123. b); corrompudo (corromput en ch.) (ib., 182. b); sabudo (sabut en ch.) (Alex.}; spendudo (F. J. 107. b); estavlezudo (establit en ch.), costrenudo (constreñit en ch., constreñido en castellano) (ib. 14. a); temudo (Alex.); entendudo (entengut, entés en ch.) (F. J.); tenudo (ib.); contenudo (ib. 2. a, 27.a, 104. b); atrevudo (atrevit en ch.) (Alex. 595); vendudo (venut en ch.) (F. J. 126. a); venzudo (vensut en ch.) (P. C. 3656, F. J. 31.b, Berc. Mill. 119). En la lengua moderna esta flexión se ha extinguido.
La distinción de la segunda y la tercera conjugación latinas está completamente suprimida: el infinitivo no conoce más que una sola flexión = er. El castellano, después de la caída de la segunda e, no ha debido favorecer la final átona en r en lugar de conócer, quérer, lámer, prefiere pronunciar conocer, querer, lamer. No se descubre ningún rastro de la e átona, aun en las fechas más antiguas de la historia de nuestra lengua. Los verbos son muchos: no hay necesidad de enumerarlos, pues se puede dar fácilmente cuenta de lo que ha quedado en la flexión fuerte; así, batir (batre en ch., batuere), concebir (consebí en ch., concipere), confundir, erguir (evigere), gemir (gemegá en ch.), hervir (bullí , fiebre en ch., fervere), morir, arrepentir, regir, rendir, vivir; en castellano antiguo hay, por el contrario, todavía confonder (confóndre, confundí en ch.), erger, morrer, render (Alex., Berceo).
Esta conjugación se confunde casi absolutamente con la que sigue: y, aunque en el plural del presente se distinguen por la vocal característica, en la tercera persona vuelven a identificarse, porque ambas convierten el latino unt e iunt en en: serbent por serviunt léese ya en una carta del siglo IX. La vocal característica persiste también en el futuro. Al principio la segunda se distinguía asimismo mediante el participio en utus, que después ha sido poco a poco reemplazado por el de la tercera ido. Lo cual se prueba con muchos ejemplos de los antiguos textos, donde ambas formas existen; así, abatudo (abatut en chapurriau) (Alex.); percebudo (persibit, persebut en ch.) (F. J. 2.b, Alex.); encendudo (ensés en ch.) (F. J. 136a); cernudo (Berc. Sil. 457); defendudo (defengut en ch.)(F. J. 13.a); metudo (embutit, futut, ficat en ch.) (P. C, Alex., F. J. 30. b 35.a); prometudo (prometut en ch.) (F. J. ib. X. a); connozudo (conegut en ch.) (F. J. 34.b, 56. a); pendudo (penjat en ch.) (Berc); perdudo (perdut en ch.) (ib., Alex.); prendudo (F. J. 123. b); corrompudo (corromput en ch.) (ib., 182. b); sabudo (sabut en ch.) (Alex.}; spendudo (F. J. 107. b); estavlezudo (establit en ch.), costrenudo (constreñit en ch., constreñido en castellano) (ib. 14. a); temudo (Alex.); entendudo (entengut, entés en ch.) (F. J.); tenudo (ib.); contenudo (ib. 2. a, 27.a, 104. b); atrevudo (atrevit en ch.) (Alex. 595); vendudo (venut en ch.) (F. J. 126. a); venzudo (vensut en ch.) (P. C. 3656, F. J. 31.b, Berc. Mill. 119). En la lengua moderna esta flexión se ha extinguido.